jueves, 8 de abril de 2010

SARSAMARCUELLO-MIRADOR DE LOS BUITRES

SARSAMARCUELLO-MIRADOR DE LOS BUITRES


El 22 de enero como teníamos fiesta en Huesca decidimos que era un buen día para nuestra segunda aventura. Íbamos a subir al mirador de los buitres. Pero no con el coche, como dicen los pequeños, nosotros somos montañeros, así que dejaremos los vehículos en Sarsamarcuello.
Para llegar a Sarsamarcuello fuimos hasta Ayerbe y allí cogimos el desvío a Loarre para después volvernos a desviar hacia Sarsamarcuello. Como todo esta señalizado no tuvimos problemas. Cruzamos el pueblo y ya vimos una señal que indicaba el mirador de los buitres así que aparcamos y empezamos la caminata.

La excursión empieza por una pista no muy empinada con lo cual se lleva bien. El tiempo nos acompañaba y algún valiente incluso se atrevía a ponerse en mana corta. Seguimos por la pista toda lo subida a pesar de que hay una senda marcada del camino de Santiago que desemboca en la pista; pero como no lo sabíamos fuimos a lo seguro y no nos desviamos. Antes de llegar a una zona de llano nos entretuvimos un rato viendo el muérdago que crecía en los pinos y que resulta mas agradable de ver que las bolsas de procesionaria que abarrotan los pinares que vemos habitualmente. Por cierto no se quien pro alguien debería hacer algo con este tema. Bueno sigamos con la excursión. Una vez subidas las primeras rampas, que después de las de Anies no nos han parecido muy duras, hay una zona de llano que se nos hizo un poquito larga y en la que algunos aprovecharon para jugar con el barro que nos habían dejado las abundantes lluvias de este invierno.

Al final de este llano se llega a un desvío perfectamente señalizado para ir al castillo o al mirador de los buitres. Como este último era nuestro objetivo hacia allí que nos fuimos. Tras desviarnos hay una zona con subiditas cómodas hasta llegar a otra bifurcación que indica el mirador o Riglos. Pasada esta hay una rampa bastante fuerte, más que por lo empinada que es, que también, por que llevamos dos horas largas de paseo. Una vez subida ya tenemos a la vista el mirador y el camino pica hacia abajo con lo cual todo resulta mucho mas cómodo.


Nos ha costado alrededor de tres horas hacer una subida cómoda y sin ninguna dificultad técnica. Todo es por pista.
Ahora toca reponer fuerzas y disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrece el mirador.
Los mallos de Riglos, los de Agüero, el rio Gallego, el vuelo de los buitres que pasan tanto por encima como por debajo de nosotros... en fin una gozada.
Hay una construcción que es el mirador en sí y en el que si hace viento se puede comer. No obstante nosotros comimos fuera ya que al sol se estaba mejor que bien.

Bueno, sentados al sol comimos los mayores, porque David y Lorien no pararon un segundo.
Después de comer, descansar un rato y disfrutar de las vistas decidimos emprender la vuelta no sin antes acercarnos a un cortado impresionante que hay a unos trescientos metros del mirador.
A la vuelta nos detuvimos a ver una capilla y nos acercamos a ver el castillo pero como estaban en obras nos dimos la vuelta enseguida.
A la vuelta la zona de llano a los peques se les hizo un poco larga, ellos en realidad no habían descansado nada durante la comida, y decidimos bajar por la senda del camino de Santiago que esta señalizada. Se gana tiempo pero debido a las lluvias había muchas piedras por la senda. Tiene además el aliciente de volver por un sitio distinto que es algo que a los pequeños les motiva.


Pasado el llano y la senda todo lo que nos quedaba era un cómodo descenso por pista hasta los coches.
Llegamos cuando el sol se ponía seis horas después de haber empezado la aventura y con ganas de empezar otra.
La excursión es fácil y no demasiado dura. Hay que ir provisto de agua .
Como ya he dicho las vistas son un espectáculo. Esta es la prueba.

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